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Un recorrido por cómo entendemos el diseño estratégico en el patrimonio: escuchar el lugar, ordenar el relato y aclarar el signo. El caso de la Mezquita-Catedral de Córdoba nos sirve como ejemplo para hablar de nombre, lenguaje visual y experiencia de visita.

Cuando iniciamos el proyecto se le estaba denominando en las propias entradas y en todo, Catedral de Córdoba, antigua Mezquita. Y claro, eso no es un nombre, eso es una frase

Pablo Gallego

El reto no era sólo verbal: ¿cómo representar un edificio sin «fachada» icónica? «Normalmente, los edificios patrimoniales tienen fachada; la Mezquita no. El arco, por su sobreexplotación, se ha vaciado de sentido. En esta búsqueda la miramos desde arriba y apareció el “bosque de columnas”, esa cuadrícula donde se incrusta el crucero de la catedral. Luego trabajamos con el cimborrio y con el octógono, otra capa que también existe. Así llegamos a una síntesis. Entonces dijimos que está aquí todo, y esa fue la idea feliz.» —Pablo Gallego.

Origen de la marca de la Mezquita Catedral de Córdoba

La conversación técnica se ancla en una visión de conjunto. Gabriel Rebollo (arquitecto conservador) propone tres miradas históricas —dos edificios enfrentados o un único edificio construido durante 1.200 años— y se queda con la tercera: «un único edificio» en diálogo continuo. De ahí su invitación a escucharlo: «La Mezquita-Catedral de Córdoba es un edificio extraordinariamente charlatán… El secreto es saber escucharlo sin prejuicio.»

Esa escucha conecta pasado y futuro: “El futuro tiene un corazón antiguo… Lo peor que le puede ocurrir al futuro es quedarse convertido en una moda.” —Gabriel Rebollo.

Desde la estrategia, Rosa Muñoz (Ohayō) pone el foco en la experiencia real de las personas: «Se llevó a cabo un estudio muy exhaustivo de cómo era el flujo de visitantes, los cuellos de botella, los puntos de contacto… fue muy útil para dibujar ese viaje del usuario.» Es, además, un cambio de cultura de gestión: profesionalizar la visita por su dimensión e impacto en la imagen de ciudad.

El nombre se convierte en un acuerdo compartido más que en una consigna. Juan Bolaños recuerda que en patrimonio cultural «cada generación elige desde el presente lo que considera patrimonio del pasado», y cuenta el tránsito desde aquella frase larga a un sistema claro de arquitectura de marca: Mezquita-Catedral nombra el monumento; el Cabildo Catedral de Córdoba se sitúa como su gestor en la capa institucional. A partir de ahí, se diseñó también la marca del Cabildo, alineada con ese marco y con roles bien diferenciados.

Juan Bolaños y Pablo Gallego conversan en Palacio de Viana durante la grabación del podcast.

En lo visual y lo espacial, la regla es simple y exigente a la vez: Diseñar sobre patrimonio exige ser visible e invisible a la vez «Normalmente el diseño tiene cierta categoría de invisibilidad, es decir, tú ves el producto pero no ves el diseño. Cuando se trabaja sobre patrimonio se trata de que se vea que lo que tú has intervenido no es patrimonial sino contemporáneo. Entonces exige ser visible e invisible a la vez, es decir, generar una nueva narrativa, nuevas formas de ver y a la vez respetar lo que ya había.»  —Pablo Gallego.

Señalética del Palacio de Viana en Córdoba. / Estudio Pablo Gallego + Amador Esteban. Premio Laus 2013.
José María Martín grabando los sonidos del Palacio de Viana